VIRUS RUGOSO DEL TOMATE

El Virus Rugoso del Tomate (Tomato Brown Rugose Fruit Virus; ToBRFV) es un Tobamovirus que fue observado por primera vez en el 2014 en Israel y descrito en 2016 en Jordania. A partir de entonces, la presencia de este patógeno se ha confirmado en Israel, Alemania, Italia y el este de China. En 2018 fue identificado en Michoacán, México, y actualmente se encuentra restringido a un área de producción. Este patógeno es capaz de producir pérdidas de entre el 30 y el 100% en tomate y chile, por lo que evitar su dispersión debe ser una prioridad para el sector hortícola de México. En algunos países, como Estados Unidos, se ha logrado su completa erradicación.

Síntomas

Los síntomas se desarrollan dentro de los 12 a los 18 días de la infección

En tomate, las hojas muestran síntomas de clorosis, mosaico y patrones de moteado; así como una reducción del tamaño de las hojas. El fruto presenta manchas amarillentas o marrones y rugosidades (exocarpo arrugado). Los frutos también pueden parecer deformes y presentar una maduración irregular.

En pimientos y chile, los síntomas incluyen deformaciones de las hojas, clorosis y patrones de mosaico. Los frutos se deforman, con manchas amarillas o marrones visibles o un rayado verde. Los síntomas pueden ser distintos dependiendo de cada variedad.

Estos síntomas son muy similares a los provocados por el virus del mosaico del pepino dulce (Pepino Mosaic Virus, PepMV), por lo que es necesario llevar a cabo pruebas serológicas (ELISA) y/o moleculares (PCR) para hacer un diagnóstico correcto.

La enfermedad suele ser más severa en tiempos de estrés, tales como periodos de calor durante el verano o periodos de frío durante el invierno.

Transmisión de la enfermedad

Los Tobamovirus son transmitidos de forma mecánica (herramientas de trabajo, personal de la explotación, rafia, implementos del tractor, cajas de cosecha, carritos de cosecha, entre otros), así como por semillas contaminadas. Las partículas virales pueden persistir por meses o incluso años en restos de cosecha, semillas y en el material contaminado.

En el caso particular del virus rugoso del tomate, un estudio (Levitzky et al., 2019) reveló que los abejorros también transmiten el virus de forma mecánica cuando visitan una planta enferma y luego plantas sanas durante la polinización.

Manejo

Actualmente no existen variedades resistentes al ToBRFV, y la única herramienta es la prevención a través de la implementación de medidas de bioseguridad.

Es esencial asegurar la calidad y la sanidad de las semillas, plántulas e injertos. Para ello recomendamos:

  • Utilizar semilla certificada. El certificado fitosanitario debe decir explícitamente que el producto está libre de ToBRFV.
  • Trabajar con viveros de plántula que garanticen la sanidad de sus productos.

En campo e invernadero, las medidas de bioseguridad deben implementarse de manera estricta para evitar la introducción y propagación del virus:

  • Eliminar las plantas que presenten síntomas. Para ello, debe arrancarse la planta completa y plantas aledañas (las plantas vecinas pueden estar infectadas aun cuando estén asintomáticas) y meterlas dentro de una bolsa de plástico para evitar todo contacto con otras plantas. A continuación, se debe sacar la bolsa de la explotación e incinerarla.
  • Desinfectar tijeras de poda, zapatos, cajas de cosecha y otras herramientas que estén contacto con el cultivo después de cada uso. 
  • Asegurar instalaciones que permitan el lavado de manos de todo el personal antes de entrar y después de salir del invernadero o de la parcela.
  • Restringir el acceso a personal ajeno a la explotación.
  • Eliminar los restos de poda en invernadero y en campo.
  • Evitar la reutilización de rafia

Como vimos estos virus se transmiten mecánicamente en la savia de la planta infectada, lo que significa que cualquier cosa que transmita la savia infectada de una planta a otra puede propagar la enfermedad. Por lo tanto, el ToBRFV se puede propagar fácilmente durante las operaciones de producción comercial que incluye el trasplante, la poda, el entutorado, el enrejado, el atado, la pulverización y la cosecha.

REFERENCIAS:

  • SENASICA. 2018. Consideraciones Regulatorias en Torno al Virus Rugoso del Tomate. Dirección General de Sanidad Vegetal. México.
  • Luria, N., Smith, E., Reingold, V., Bekelman, I., Lapidot, M., Levin, I., Elad, N., Tam, Y., Sela, N., Abu-Ras, A., Ezra, N., Haberman, A., Yitzhak, L., Lachman, O., and Dombrovsky, A. 2017. A New Israeli tobamovirus isolate infects tomato plants harboring Tm-2(2) resistance genes. Plos One 12.
  • Camacho-Beltrán, E., Pérez-Villarreal, A., Leyva-López, N. E., Rodríguez-Negrete, E. A., Ceniceros-Ojeda, E. A., & Méndez-Lozano, J. (2019). Occurrence of Tomato brown rugose fruit virus Infecting Tomato Crops in Mexico. Plant Disease, 103(6), 1440-1440.
  • EPPO Global Database. https://gd.eppo.int/taxon/TOBRFV
  • Levitzky, N., Smith, E., Lachman, O., Luria, N., Mizrahi, Y., Bakelman, H., Sela, N., Laskar, O., Milrot, E., and Dombrovsky, A. 2019. The bumblebee Bombus terrestris carries a primary inoculum of Tomato brown rugose fruit virus contributing to disease spread in tomatoes.
  •  Li, R., Miller, S. A., Baysal-Gurel, F., Ling, K. S., and Kurowski, C. J. 2015. Evaluation of disinfectants to control mechanical transmission of tomato viruses and viroids in greenhouse tomatoes. IV International Symposium on Tomato Diseases
  • Method for the detection of infectious tobamoviruses on tomato seed. International Seed Federation. https://www.worldseed.org/our-work/phytosanitary-matters/-seed-health/ishi-veg-protocols/
  • Paylan, I. C., Erkan, S., Cetinkaya, N., Ergun, M., and Pazarlar, S. 2014. Effects of Different Treatments on the inactivation of various seedborne viruses in some vegetables. OzoneScience & Engineering 36:422-426.