Los llaman VOC y detrás de estas pequeñas letras de apariencia inofensiva se esconden sustancias nocivas que hacen que el aire que respiramos sea peligroso en los espacios donde nos sentimos más seguros, como nuestro hogar. En realidad, significa Compuestos Orgánicos Volátiles.
Te lo cuento en estos días porque, después de un verano que parecía no terminar nunca, han llegado los primeros días de frío y tal vez ya has empezado a encender la calefacción, aunque sea por unas horas, temprano en la mañana y en la tarde.
La relación entre estas sustancias nocivas y la temperatura es estrecha. ¿Recuerdas cómo pones una olla con agua a calentar al fuego y cuando hierve se evapora y se esparce por toda la cocina? Con los VOC’s ocurre lo mismo: cuanto más elevamos la temperatura, más aumenta la presión de vapor de estas sustancias y se propaga al medio ambiente.
Probablemente estés pensando que en tu hogar no hay compuestos nocivos que puedan propagarse y eso espero, pero lamentablemente en la mayoría de los hogares la situación no suele ser alentadora. Te pongo algunos ejemplos, no para asustarte, sino para ayudarte a tomar conciencia y mejorar la situación.
Entre los principales agentes contaminantes del interior de las viviendas se encuentran los materiales de construcción no certificados (pinturas y pegamentos), muebles y enseres (partículas de formaldehído emitidas por tableros y contrachapados), todos los procesos de combustión (estufas, chimeneas, etc.), productos de limpieza personal y del hogar (lejía, acetona, desodorantes, jabones, esmaltes de uñas, etc.), productos de lavandería (detergentes y suavizantes) y moho entre otros.
El hecho de que algunos de ellos tengan buen olor o incluso ninguno no elimina su peligro potencial. De hecho, pueden causar problemas o trastornos que pueden alterar nuestro bienestar y estado de salud (por ejemplo, alergias, asma o enfermedades respiratorias crónicas).
Entonces, ¿qué puedes hacer para protegerte a ti mismo y a tus seres queridos?
En primer lugar, mantén la temperatura entre 19 y 20°C, así se respira mejor, reduciendo muchos síntomas relacionados con las molestias climáticas como dolores de cabeza, fatiga o irritabilidad. Si tienes frío, ponte un suéter en lugar de aumentar las temperaturas; además de tu bienestar, también habrás conseguido un importante ahorro en tu consumo de luz y un menor impacto medioambiental. Si tienes niños, no te preocupes, incluso los pediatras recomiendan exactamente esta temperatura en casa para los más pequeños, especialmente por la noche.
Otra costumbre muy sencilla y buena es ventilar nuestras habitaciones con frecuencia, incluso en invierno, abriendo las ventanas. Bastan unos minutos cada vez para mejorar la calidad del aire de la casa.
Estos dos consejos te ayudarán, pero no son suficientes y seguramente querrás estar seguro de la calidad del aire en tu hogar. Por eso existe Jonix Cube (liga a la sección del producto), capaz de eliminar VOCs en todos los ambientes, mejorando las funciones respiratorias, reduciendo la propagación de enfermedades infecciosas y el estrés laboral gracias a la tecnología de plasma frío, actualmente considerada la más segura para la purificación del aire.