El moho es un hongo que se desarrolla con facilidad en lugares cerrados, mal ventilados y húmedos, las manchas negras, verdes o amarrillas en superficies, así como un olor particular lo hacen fácil de identificar. Sabemos que cuando lo inhalamos, puede ocasionar algunos padecimientos en vías respiratorias, así como alergias, sin embargo, no debemos perder de vista que además de los riesgos que representa para la salud, también puede dañar objetos y mercancías ubicados en tiendas o bodegas, generando perdidas económicas para las empresas que los fabrican o comercializan.
Las empresas constantemente se enfrentan a retos relacionados con el almacenamiento y logística de mercancías, ya sea en punto de venta o en almacenes y bodegas; en los puntos de venta, el tráfico de las personas y el contacto con las mercancías pueden contaminar las superficies, ocasionando el desarrollo de colonias de bacterias, al mismo tiempo, las esporas de moho que se encuentran en el ambiente se depositan en las superficies, las cuales, bajo las condiciones adecuadas pueden proliferar y dañar el aspecto o funcionamiento de los productos exhibidos, mobiliario y equipos.
En los espacios de almacenamiento de las industrias o fábricas, los retos de protección a las mercancías son mayores, de acuerdo a sus planes comerciales, cada empresa, deberá mantener un determinado abasto de productos en almacén afín de satisfacer la demanda, en este sentido la logística juega un papel fundamental para contribuir a que las mercancías no permanezcan más del tiempo necesario, utilizando sistemas de entradas, salidas y rotación; sin embargo, las instalaciones son estáticas y en ocasiones no se cuenta con la ventilación adecuada y regularmente son lugares con poca o nula iluminación natural lo que favorece la proliferación de moho.
Existen algunas alternativas para contrarrestar el desarrollo de este hongo, como las lámparas de rayos UV, sin embargo, estos no deberían ser utilizados en presencia de personas pues pueden provocar daños en piel, ojos y mucosas, de la misma forma, algunos materiales y superficies pueden reaccionar negativamente a la Luz Ultravioleta, perdiendo algunas propiedades como humedad, elasticidad o coloración, así mismo, los empaques de cartón son presa fácil para el moho, el cual puede llegar a dañarlos irremediablemente.
En estos casos los sistemas de ventilación pueden ser eficientes, sin embargo requieren de constante mantenimiento y reemplazo de filtros, o estos, podrían provocar un efecto contrario, facilitando la proliferación de hongos y bacterias esparciéndolas por toda la bodega o almacén.
Por otro lado, podemos encontrar a los generadores de plasma frío, una alternativa que ha comprobado eliminar el 99,99% de hongos, bacterias, virus y otros patógenos, en el ambiente y superficies, además de ser libre de químicos y amigable para su uso en presencia de personas, plantas y animales, evitando provocar daños en cualquier objeto o mercancía, existen equipos de plasma frío para todas las aplicaciones y dimensiones, por lo que pueden ser utilizados en tiendas, bodegas de alimentos o almacenes de mercancías.
Conoce más acerca de los generadores de plasma frío o NTP (Non Thermal Plasma)