El riesgo del regreso a clases presenciales

El regreso a clases presenciales cada vez se acerca más, desde hace algunas semanas se ha hablado mucho al respecto y se han planteado diferentes escenarios donde podría ser opcional y a criterio de los Padres de Familia; al mismo tiempo, la vacunación avanza lentamente debido a la disponibilidad de las vacunas, la mayoría de los adultos mayores ya se encuentran vacunados o en proceso, lo cual es un buen dato considerando que son la población más vulnerable.


Oficialmente se ha dispuesto que el siguiente grupo a vacunar, serán los maestros de los sectores público y privado indistintamente, con el objetivo de favorecer el regreso a clases presenciales, lo cual, representa un buen avance en aspectos claves para el regreso a la denominada “nueva normalidad”; sin embargo, es importante recordar que incluso antes de la pandemia, las escuelas solían ser un foco de contagios de múltiples enfermedades, provocadas por virus y bacterias, sobre todo en niveles preescolar y primaria, donde los niños conviven es salones cerrados, comparten materiales y en muchos casos alimentos o bebidas. Por otro lado, la inocencia y curiosidad de los niños se convierten en un gran riesgo que favorece los contagios, pues existen ciertas etapas donde suelen llevarse a la boca objetos o las manos y con ello ingresar los virus o bacterias al organismo, enfermando y convirtiéndose en portadores, con inminente riesgo de contagiar a familiares en el hogar.


Hoy sabemos que la ventilación de los espacios cerrados resulta de gran ayuda en la prevención de contagios, así como el uso de cubrebocas, el lavado de manos y la desinfección continua de utensilios y superficies, pero cuando de niños se trata y sobre todo cuando solo un docente o dos, tienen a su cargo numerosos grupos, es casi imposible controlar completamente el contacto y comportamiento de los niños, así como verificar el uso correcto del cubrebocas, evitar que se lleven manos y otros objetos a la boca o controlar las exhalaciones o un estornudo que potencialmente contaminará todo el ambiente del salón de clases.


Si bien es cierto, que cuando los niños enferman y su cuerpo responde adecuadamente a la enfermedad fortalecen su sistema inmunológico, hoy no es una buena época para poner a prueba esto, pues aun cuando los menores puedan responder adecuadamente a la enfermedad, es posible que sus familiares mayores no lo hagan de la misma forma y desafortunadamente, comenzamos a ver mutaciones del virus que comienzan a afectar más a los menores, lo que nos hace pensar que la pandemia que hoy vivimos no tiene fecha de caducidad, pues se encuentra en constante transformación, lo que nos proyecta un futuro incierto y nos obliga a prepararnos y tomar medidas extraordinarias para protegernos.


Afortunadamente, hoy contamos con tecnología que nos ayuda a procurar la sanidad en cualquier entorno y con ello, evitar contagios, como la tecnología de plasma frío de JONIX que elimina el 99.99% de virus, bacterias y otros patógenos en el ambiente y superficies.


La tecnología de plasma frío, sanitiza de forma continua y es completamente segura para personas, plantas y animales.
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