5 de Octubre de 2021|Agricultura, agropecuario, Coronavirus, COVID, Deshidratación, Industria de alimentos, Moho, Virus, Plasma frío, Salud, Salud animal, Sanitización, Sanitizar, Sector pecuario, Vacaciones, Vacunas
La peste porcina africana es una enfermedad vírica hemorrágica altamente contagiosa que afecta a cerdos domésticos y silvestres, ocasionando fuertes pérdidas económicas y productivas al sector agrario. Es causada por un virus ADN de la familia Asfarviridae y se trasmite por contacto directo con fluidos de animales infectados.
Si bien se encuentra entre una de las enfermedades más conocidas dentro del ámbito agropecuario, la peste porcina ha cobrado mayor notoriedad debido a la presencia de nuevos casos en Latinoamérica. El caso detectado en República Dominicana fue notificado a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) el 29 de julio. La enfermedad no representa ningún riesgo para la salud humana, pero puede generar una alta mortalidad entre animales y existe un gran riesgo de que se disemine progresivamente al resto de América Latina y el Caribe.
Con su alta tasa de mortalidad animal, la dispersión progresiva y persistencia endémica, la producción porcina y también el comercio nacional e internacional de sus productos podrían verse altamente afectados debido a las perdidas económicas resultantes de la contaminación del ganado.
No existe un tratamiento específico para combatirla una vez que el cerdo está infectado. Por lo tanto, el objetivo del tratamiento de la peste porcina es disminuir la propagación del virus hacia el resto de los animales
Por fortuna hoy en día está comprobado que tecnologías con plasma frio o NTP(por sus siglas en inglés Non Thermal Plasma) eliminan de forma continua el 99,99% de virus, bacterias y otros patógenos en el medio ambiente y superficies, lo que los convierte en la solución idónea para terminar con la propagación de enfermedades en espacios cerrados destinados a la cría de ganado. En la gama de equipos generadores de plasma frío, existen diferentes capacidades, por lo que la recomendación es consultar a un experto para determinar cual equipo es el mejor de acuerdo al espacio y demás requerimientos de cada granja.
Es importante reforzar la sensibilización y comunicación de riesgos sobre la peste porcina y ofrecer alternativas para evitar su propagación, tales como medidas estrictas de higiene y control sanitario.
